El humor no es neutro. Y si alguien sabe que eso es así, es Marcelo Tinelli. El conductor volvió el lunes con su ShowMatch diciendo que no quería meterse con temas políticos, pero tan sólo unos minutos después le reprochó al jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, el frustrado acuerdo para que Ideas del Sur se haga cargo de Fútbol para Todos, entre otros mensajes internos y externos que envió en su primer programa del ciclo 2014.
En la noche del martes arrancó el denominado “Gran Bailando”, una nueva parodia de reality con imitaciones de políticos, en un año en el que si bien no hay elecciones, es clave para la definición de las candidaturas de 2015. No en vano los imitados son los que están o pretenden estar en la larga lista de anotados para suceder a Cristina Fernández.
Tinelli va a seguir jugando políticamente, y fuerte. El arranque fue con Daniel Scioli, candidato presidencial de lo que podría considerarse como el poskirchnerismo.
Hay un par de datos extra a la tarea de Fredy Villarreal, que dejó bastante bien parado al gobernador bonaerense: le entregó al conductor productos de la empresa de Karina Rabolini, esposa y activa participante de la campaña de Scioli; y, a su vez, Tinelli mantuvo un diálogo con uno de los operadores del gobernador de Buenos Aires, que se encargó de traducir con gestos y algunos monosílabos la estrategia del exvicepresidente.
Dos muecas de un colaborador en un programa con casi 30 puntos de rating pueden llegar a tener mucho más impacto que una entrevista de una hora en un programa político de cable.
Antes de la imitación de Scioli, Tinelli le mandó saludos en el primer programa a Sergio Massa, por ahora el candidato presidencial mejor posicionado y con una postura abiertamente crítica del Gobierno nacional.
En el Gobierno nacional toman nota de la buena relación que tiene el conductor con Scioli y Massa, pero creen que si tiene que optar lo hará por el exintendente de Tigre.
Mismo libreto
El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, anotado en la carrera presidencial pese a que casi no aparece en las encuestas nacionales, estará entre los imitados.
Y tampoco será neutra la participación, ya que el elegido para encarnarlo es Mario Devalis, un actor de muy buena relación con el gobernador, que generalmente potencia los puntos fuertes y no ironiza ni ridiculiza a su imitado.
De hecho, en las declaraciones que hizo Devalis a La Voz, dejó claro que el perfil que le quiere dar al personaje de De la Sota coincide exactamente con lo que viene exponiendo el gobernador en las entrevistas con medios nacionales para promocionar su precandidatura presidencial. Diálogo, apertura, desdramatización, entre otros ejes llevan a que imitador e imitado tengan -y no casualmente- la misma agenda.
El conductor de ShowMatch le permitió a un operador de Scioli que explicara la estrategia del candidato. Le mandó saludos a Massa. La imitación de De la Sota, traje a medida para el gobernador. La opinión de Roberto Battaglino.