La situación era por de más extraña: como Moria Casán estaba detenida en Paraguay por el affaire de las joyas, su silla en el jurado del Bailando la ocupó Pampita, que llegó en el ojo del huracán por el escándalo de infidelidad de Benjamín Vicuña con China Suárez.
Igualmente, sin perder su radiante sonrisa, la modelo se sentó en el show y tuvo que jugar el juego que la situación imponía. “¿Estás bien?”, comenzó preguntándole Tinelli. “Bien no es la palabra pero acá estoy, trabajando”, trató de pilotearla ella.
“Gracias porque sos una excelente profesional, acá te queremos mucho, y con todo lo que está viviendo no sabíamos si ibas a venir. Gracias. Esto habla de tu entereza profesional", dijo el conductor.
“Era un compromiso que había tomado la semana pasada y voy a estar toda la semana. Es una semana muy linda, son los mejores participantes, es un lujo poder verlos en vivo y poner mi granita de arena para el destino de alguno de todos estos sueños. Me siento en casa, me encanta estar acá, por eso estoy”, dijo ella.
Cuando Tinelli insistió en saber cómo estaba, ella trató de zafar diciendo un vago “cosas que pasan”, pero Ángel de Brito fue quien le salió al cruce pidiendo que explique por qué no estaba bien. “Cosas de pareja. Una historia de diez años, un desenlace que no me esperaba... Sorpresas, esas cosas”. El periodista le preguntó si había terminado la pareja y Pampita dijo que sí, y que era por lo que había visto el fin de semana, es decir, la infidelidad de su ex con la China Suárez.
En medio del escándalo de infidelidad que involucra a Benjamín Vicuña y la China Suárez, la modelo reemplazó a Moria en el certamen y tuvo que hablar del tema.